Una vez conocida esta aporte, el importe destinado para la formación de los empleados resultará de aplicar el porcentaje de bonificación establecido en la Calidad de Presupuestos Generales del Estado a la cantidad total ingresada por parte de la empresa durante el año inicial en concepto de cuota de formación.
Esto significa que la empresa debe tener al día sus pagos y no tener deudas con ningún organismo público.
La formación bonificada es mucho más que un economía de costes en capacitación; es una inversión estratégica en el incremento profesional de tu equipo y en el éxito a dilatado plazo de tu empresa.
Ofrecer a los empleados la oportunidad de realizar cursos y actividades de formación continua es una modo de vislumbrar y retener talento, de aumentar la rendimiento de los trabajadores y de incrementar su compromiso con la empresa.
En el caso de que no quieras que la persona se forme en horario profesional y tengas que co-financiar, otra opción es bonificar todo el precio que tengas de crédito menos el porcentaje de cofinanciación.
De igual forma, la empresa tendrá la posibilidad de bonificar la formación en los seguros sociales hasta el 31 de enero del año siguiente a la realización del curso.
Este crédito se obtiene a través de las cotizaciones a la Seguridad Social que realizan las empresas y puede ser utilizado para la formación de los trabajadores de la empresa.
Comprueba que tu empresa no se encuentre en situación de deuda con Hacienda o Seguridad Social en el momento de iniciar la batalla formativa.
Si la persona que esté realizando el curso de tu empresa se va a otra empresa, la empresa que debe bonificar el curso es la tuya, que es la que se ha comunicado a FUNDAE en el inicio del curso.
2. Realizar el seguimiento de la formación: Como beneficiario de la formación bonificada, debes asegurarte de que tus empleados asistan a las clases y cumplan con los requisitos establecidos por el plan de formación. Debes llevar un registro de concurso y control de la formación impartida.
En un mundo laboral en constante cambio, donde las competencias y habilidades requeridas evolucionan rápidamente, la formación bonificada es una alternativa ideal para aquellas empresas que desean mantenerse a la vanguardia sin comprometer su presupuesto.
Cuando el cambio es continuo, quedarse obsoleto es una ingenuidad que puede conservarse en cualquier momento. Este es otro de los motivos que debería impulsar a las organizaciones a situar por formar a sus trabajadores.
Si tu empresa pertenece a un Agrupación, cada empresa del grupo podrá disponer del precio del crédito que corresponda al Corro, con el confín del 100% de lo que se haya formacion bonificada cotizado en la contingencia de formación.
No podrán consentir a la formación bonificada aquellos trabajadores que estén dados de incorporación en el RETA o Régimen Peculiar de Trabajadores Autónomos y que colaboren con una empresa por cuenta propia.